El Google Pixel 10 Pro Fold, que comenzó a venderse la semana pasada, fue sometido a una prueba de durabilidad extrema y el resultado encendió una alerta. Según el YouTuber Zack Nelson (JerryRigEverything), el teléfono plegable no resistió la prueba de doblado —procedimiento que aplica fuerza manual para evaluar la rigidez del dispositivo— y terminó rompiéndose.
A pesar de que la bisagra permaneció firme, el teléfono se rompió a lo largo de las "líneas de antena", esas finas franjas en el chasis (generalmente de material no metálico) que permiten una mejor transmisión de señales inalámbricas, pero que pueden convertirse en puntos estructuralmente más frágiles. El mismo punto de falla ya había sido observado en el Pixel 9 Pro Fold.
Lo que sorprendió fue lo que vino después de la rotura: la batería explotó, liberando una nube de humo. Nelson realiza la misma prueba en varios plegables, pero esta fue la primera vez que una batería se incendió durante el proceso. Cabe destacar que se trata de un escenario extremo, fuera del uso común; en condiciones normales, una ocurrencia como esta es muy improbable.
El episodio, sin embargo, pone en duda las promesas de durabilidad del nuevo plegable de Google y reaviva la discusión sobre los desafíos estructurales de este tipo de diseño, que necesita equilibrar flexibilidad, espacio interno para componentes y seguridad energética.
En Estados Unidos, el Pixel 10 Pro Fold parte de 1.799 dólares, mientras que en Europa el precio sugerido es de 1.899 euros. Para los consumidores interesados, la recomendación sigue siendo utilizar fundas protectoras adecuadas y evitar dobleces forzados, especialmente en áreas cercanas al conjunto de antenas, hasta que pruebas independientes más amplias ofrezcan un panorama completo de la resistencia del dispositivo.
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