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El celular Trump T1 no será 'Hecho en EE. UU.', a pesar de las promesas iniciales

La dificultad en producir teléfonos celulares en EE. UU. es un obstáculo real; el lanzamiento ocurre en un momento en que Trump presiona a empresas como Apple para que produzcan en el país

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El celular Trump T1

En un giro que no sorprende, el Trump T1 – anunciado como parte del nuevo servicio de telefonía de Trump Mobile – no será fabricado en los Estados Unidos, como se había prometido inicialmente. El aparato fue divulgado como un ejemplo del esfuerzo de la administración Trump para traer empleos industriales de vuelta al país, pero, en la práctica, eso no se aplica al dispositivo.

Ahora, el sitio de Trump Mobile ha cambiado la descripción del producto, afirmando que el T1 tiene un "Diseño Orgullosamente Americano". El cambio en el lenguaje recuerda la estrategia de Apple, que estampa en sus productos "Diseñado por Apple en California" — ya que los iPhones son fabricados en China, India y Vietnam, entre otros países.

La dificultad en producir celulares en EE. UU. es un obstáculo real: el país no tiene infraestructura para montaje a gran escala. Se especula que el Trump T1 sea fabricado por la china Wingtech, la misma empresa detrás del Revvl 7 Pro 5G, de T-Mobile, que tiene especificaciones técnicas muy similares.

El sitio de Trump Mobile abandonó la afirmación inicial de que el dispositivo sería "Hecho en EE. UU." y ahora afirma: "Es traído a la vida aquí en los Estados Unidos." Con manos estadounidenses detrás de cada dispositivo, traemos cuidado, precisión y calidad confiable a cada detalle.

Sin embargo, obtener la etiqueta "Hecho en EE. UU." no es sencillo. La Comisión Federal de Comercio del país exige que "casi todas las piezas y procesos sean locales" — un estándar difícil de cumplir en el sector de electrónicos.

A Trump Mobile es una rama de la Trump Organization. El lanzamiento del servicio ocurre en un momento en que Trump presiona a empresas como Apple para que produzcan en EE. UU.

A pesar de las presiones, reubicar la producción a gran escala en los EE. UU. es un desafío logístico y económico.

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