Los aranceles comerciales anunciados recientemente por Donald Trump están a punto de golpear duramente a muchas empresas estadounidenses, y Apple sería una de las más afectadas. La mayoría de sus productos se fabrican en China, país al que el presidente Trump impuso un arancel del 125% a todos los productos, antes de reducir temporalmente los aranceles al 10% durante los próximos 90 días.
Durante el llamado «Día de la Liberación», sin embargo, un periodista preguntó a Trump si planeaba ofrecer exenciones, y la respuesta del presidente estadounidense sugirió que habría exenciones para las empresas que se vieran «más afectadas». Y seamos sinceros, ¿quién será el más afectado si no Apple? El Wall Street Journal (WSJ) estima que el coste de producción del iPhone 16 Pro, por ejemplo, aumentará en 300 dólares.
Por desgracia, de momento, todo son especulaciones. En los últimos meses, hemos visto a Trump cambiar de opinión con bastante frecuencia. El actual presidente estadounidense ha llegado a admitir que las decisiones sobre las exenciones se basarán en «corazonadas».
Al parecer, Apple no se arriesga. La compañía con sede en Cupertino (California) ha empezado a acumular más existencias para suavizar el impacto de los aranceles y está considerando ampliar su fábrica en Brasil, ya que el país se enfrenta a aranceles mucho más bajos.